lunes, 30 de noviembre de 2009

Seguimos Hablando de la Luna

Conforme a lo comprometido hablaré sobre las lunas según el elemento y el signo, es decir la energía de la luna en el momento de nuestro nacimiento.
En esta oportunidad me referiré a las lunas en el elemento Fuego, es decir a la Luna en Aries, la luna en Leo y a la Luna en Sagitario.
Pero antes permítanme hacer una breve introducción para comprender al elemento Fuego. Cuando hablamos de él nos estamos refiriendo a una energía radiante, excitable, entusiasta. Según Carl Jung, es la esencia dinámica de la energía síquica y Según Marc E. Jones es la “experiencia centrada en la identidad”
La energía del Fuego necesita de mucha libertad para poder expresarse y se la asegura insistiendo en sus puntos de vista.
Los defectos de las energías de Fuego, raras veces responden a malas intenciones, más bien son respuestas a la falta de control personal, y a la falta de sensibilidad hacia las personas. Las personas que tienen mucho Fuego en sus cartas natales, frecuentemente aparecen como tozudos o abrumadores, porque se abalanzan con gran apresuramiento, no registrando cuando hieren los sentimientos de los demás.
El Fuego es impaciente, voluntarioso, entusiasta, cree que el agua (las emociones) lo extinguirá y la tierra (lo concreto, lo rutinario, lo real) lo ahogará. En cambio, el Aire – su complementario - aparece como avivándolo, dándole la posibilidad de ideas que pueden ser activadas por él.
En pocas palabras y a modo de conclusión sobre lo dicho anteriormente sobre la luna, recordemos que a astrológicamente ella representa nuestros más básicos mecanismos de supervivencia física y psicológica. Rige por sobre los sistemas autónomos de nuestro cuerpo, los que hacen que nos mantengamos vivos, sin requerir nuestra atención consciente.
La Luna es nuestro más básico modo de actuar, es lo que comúnmente llamamos instinto de supervivencia. Reaccionamos a los sucesos diarios, inconscientemente, de manera automática, por medio de la energía lunar y de la propia modalidad que ella lleva impresa, conforme al signo (energía) y a la casa de la carta natal en la que se encuentra, según el instante de nuestro nacimiento.
Esta misma modalidad es la que tiñe y conforma gran parte del psiquismo que nos caracteriza y por medio del cual somos fácilmente identificados y reconocidos por los otros.
La energía lunar es una parte muy importante en el tratamiento y diagnóstico de las enfermedades, para la medicina simpática iniciada en el Siglo XVI por Agrippa y Paracelso, y continuada hasta nuestros días por distintas ramas de ella. Por medio del conocimiento de ésta, nos dicen, pueden reconocerse en el paciente predisposiciones y rechazos tanto a los distintos males y remedios como al momento en que deben prepararse y aplicarse estos últimos para que sean eficaces.
Aún hoy día se sigue su rastro en el cielo para saber los tiempos de la siembra y la cosecha, el momento de las pariciones del ganado, y para dar cuenta del desarrollo y crecimiento de los fetos y el tiempo de los partos.
Algunos estadistas dan cuenta de la notable variación del índice de criminalidad y violencia, o del consumo, según sea su fase celeste. La Luna, como vemos, es una presencia muy importante en nuestra cultura y desarrollo humanos, pero no le hemos dedicado mucha atención consciente. Nos hemos ido separando de ella absorbidos por nuestros intereses mundanos, sin reparar en la importancia que ella tiene en gran parte de nuestros comportamientos, es la responsable de nuestras respuestas automáticas, aquéllas que se dan sin tomar debida conciencia, haciéndonos caer en repeticiones displacenteras. Es responsable de nuestro accionar desde la “necesidad”, sin reparar en lo que realmente queremos, en lo que elegimos.
Me estoy refiriendo a todo aquello que hacemos “para que nos quieran”, que puede tomar infinidad de formas, tales como obligación, miedo, orgullo, negación de la realidad.

LA LUNA ES EL EGO

De allí la importancia de conocer y comprender nuestra luna natal, para dar un gran paso en el camino del autoconocimiento, en el camino de la vida. Su comprensión nos permite discernir aquello que hacemos porque lo elegimos de aquello que tiene origen en carencias, en “necesidades”.
Los signos de Fuego son Aries, Leo y Sagitario

Luna en Aries - necesitan de la acción, la actividad, la pelea -

Si me muevo, si peleo, si estoy en actividad permanente….me van a querer

La persona que nace con esta luna tiene afectivizada (dependencia sicológica) la acción, lo que le da una gran capacidad para iniciar y una gran necesidad de autonomía
Imagen ligada a explosión roja, agresiva y lanzada con potencia y velocidad
Viene de una madre activa, imperativa, invasora “hacé esto, hacé aquello”
Necesita defenderse de la invasión materna, por eso practica uno de sus lemas “no hay mejor defensa que un buen ataque”
El refugio, lo que le da seguridad , es realizar un gran despliegue de actividad , acción, movimiento, discute y se enoja poniéndose como un erizo. De esta manera se conforma un mecanismo defensivo, que en primera instancia se defiende y en segunda instancia pasa a la acción atacando. Las lunas en Aries agreden, pero en realidad se están defendiendo.
En general los mensajes afectivos responden al tipo de mecanismo lunar que se ha generado. Para esta luna existe una fantasía de castración y acoso, ligada al afecto
Genera la costumbre de resistir al deseo de los otros lo cual termina confundiendo sus propios deseos. El condicionamiento del otro está demasiado presente, no acciona porque quiere o porque desea, sino más bien en función del otro, en contra de, lo cual no favorece la verdadera identidad y autonomía necesaria.
Como carece de relajación y distensión, debe ser aprendida. Necesita tener la iniciativa, ir al frente, porque se asegura que la quieran. Invadir al otro, hostigarlo, intimidarlo son maneras de demostrarle el afecto. Reconoce al otro cuando choca con él.
Ocasionalmente puede suceder que haya lunas en Aries que prefieran la soledad, la quietud, es decir, el polo opuesto, pero seguramente eso hará que viva rodeada de personas hiperactivas e intrusivas, de las que seguramente deberá vivir defendiéndose.
Lo importante de esta Luna es poder parar el movimiento, la competencia, la acción, cuando ellas están motivadas, no desde la elección sino desde la necesidad.
No obstante todo lo dicho, esta misma energía que usada desde el ego no nos favorece, también puede ser usada desde sus talentos. Para el caso de las personas que tienen la Luna en Aries tienen a su disposición la energía de un guerrero samurái, tienen el don de la acción, de la conquista, tienen al pionero a su disposición; el quid de la cuestión es poder usarlo a favor.

Luna en Leo - necesitan la excepcionalidad –

Si me destaco, si soy “especial”….me van a querer

El que nace con esta Luna, crece convencido de que es único y diferente, por lo que esta luna afectiviza la necesidad de excepcionalidad, su falta implicaría el desamparo.
Esta Luna necesita de la extrema valoración, de ser siempre el centro de la admiración y como esto es poco probable de ser logrado permanentemente, seguramente se sentirá sometido, con gran frecuencia, a sentimientos de desaires y frustraciones
La Luna en Leo necesita reconocimiento y valoración, cuando esta situación no se da puede que se repliegue, sientiéndose desairada, a ámbitos más seguros donde no necesiten del reconocimiento o ya lo tengan, o puede ser que en una actitud reactiva se muestren orgullosas, altaneras .
La luna en Leo necesita permanentemente aplausos, homenajes continuos, excepcionalidad. La indiferencia resulta altamente ofensiva.
Lo importante de esta luna es lograr exponerse, es necesario quebrar la fuerte necesidad emocional de ser admirada, para que de esta manera pueda surgir con gran libertad la auténtica expresión y creatividad propia de la energía leonina.
Poder registrar en nuestras vidas, una y otra vez, en nuestras conductas y actitudes, el funcionamiento de este mecanismo lunar, ayuda a sutilizar el funcionamiento regresivo del mismo. No nos olvidemos que la vida es el camino de la conciencia, ese registrar, es decir registrarnos, favorece el camino hacia su logro.
Esta Luna cuenta entre sus talentos, la capacidad de hacerse notar, de lograr un lugar importante, de reconocimiento.

Luna en Sagitario - necesitan de lo abundante -

Si soy confiable, si soy optimista, si logro dar respuestas…me van a querer

Estas lunas parten del presupuesto básico de la confianza y gran entusiasmo, sin límites a sus deseos. Esa existencia basada en la abundancia puede no ser monetaria, puede ser de afectos
Estas lunas difícilmente describirán sus primeros años de vida partiendo de experiencias de carencias. Suelen sentir que han vivido en el mejor de los mundos y que la angustia y la frustración son características de la adultez.
La sensación de abundancia y vitalidad sentida en la infancia, provee de una base emocional, de un piso para la vida, y genera el convencimiento y la necesidad de que siempre haya bienestar y abundancia. Es decir, el bienestar y la abundancia terminan siendo condiciones imprescindibles para sentirse, queridos, seguros
Para lograr esto viven negando la realidad, un mecanismo típico de ellas para contrarestar, es viajar. Es por ello que demoran mucho tiempo en asumir las crisis, lo que hace, que a veces pase tanto tiempo, que las cuestiones se agravan y el tema se vuelve, más difícil
La tarea de introspección, que lleva a comprenderse, la búsqueda de los verdaderos deseos inconscientes, es una tarea difícil de llevar a cabo para esta luna, es por ello que a veces sólo los golpes de la vida les enseñan a salir de esa posición de idealización de sí mismo.
Pero también hay otro personaje que adopta esta luna, es el del sabelotodo, el del maestro ciruela, el del dogmático, su palabra es la única verdad.
Los talentos de la Luna en Sagitario es que son sumamente optimistas, tienden a ver siempre el lado lleno del vaso, son capaces de comprender, de darle sentido a los procesos de la vida.

En general las Lunas en el elemento Fuego son muy negadoras porque necesitan permanentemente reafirmar su identidad, su fuerza, su integridad, su autonomía; es por ello que se resisten a ver su lado oscuro.

Si hemos logrado entender cómo funciona el mecanismo lunar, podríamos preguntarnos cómo hacemos para “cambiar” ese mecanismo regresivo.
El quid de la cuestión, sería “darse cuenta”, tomar conciencia de la estrategia lunar, sin intentar cambiarlo, porque al tratar de hacerlo estaríamos cayendo en otra fragmentación que sólo lograría profundizar el mecanismo.
Es útil estar atento, especialmente a las situaciones de destino que nos van mostrando el funcionamiento de este mecanismo lunar. Es decir, tomar conciencia del mismo, resulta fundamental para el camino de la conciencia – el sol -.
Cuando me di cuenta de esta realidad, empecé a buscar qué podía ayudar en esta necesaria toma de conciencia y allí encontré a las Esencias Florales - Bach, Orquídeas, California, Australia, Chamánicas. He notado que las Esencias Florales – vibracionales - ayudan en gran medida a registrar el funcionamiento del mecanismo.

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