lunes, 18 de mayo de 2009

Seguimos hablando de Astrología

Hola a todos con el ánimo de continuar con el propósito de este medio de comunicación, la difusión de la Astrología, quiero compartir con Uds. un audio, extraido de la página de Silvia Ceres, la que considero una verdadera maestra de la Astrología. Ella, además de hacer excelentes lecturas de cartas natales, que aclaran la problemática por la que uno consulta, es autora de varios libros que realizan un gran aporte a los interesados en el conocimiento de esta maravillosa ciencia simbólica.
Es dable recordar que sólo se puede amar lo que se conoce y vale también para los que quieren cirticarla o negarla.
Muchos a partir de tratar de denostarla, la han aprendido y luego la han confirmado, la han elegido y ahora se dedican a su estudio aplicación y enseñanza.
Espero que los audios de estas dos charlas dadas por Silvia,referidas al mismo tema, sean del agrado de Uds.
A disfrutarlas y espero los comentarios que puedan hacer


martes, 12 de mayo de 2009

      QUÉ ES LA ASTROLOGÍA

Aún en esta época, pleno siglo XXI, el que se dedica al estudio de la Astrología, o peor cuando es Astrólogo, produce en la gente un sinnúmero de reacciones, desde el escepticismo, sonrisas, burlonas o no, curiosidad, hasta la respuesta agresiva, inexplicable.

Algunas sonrisas que expresan un “¡ qué bueno! ”, o “...yo soy del mismo signo que fulanito, pero no tengo nada que ver con él? ”, o “¡Dios mío! ¡Otro chiflado! ”... e inmediatamente después comienza la puesta en marcha del operativo, probémoslo, a la vez que “…a lo mejor algo me dice” y surge el bombardeo: “ A ver... adivina de qué signo soy” “ También tiras las cartas ¿cierto? ”; “ ¿¡Y la lechuza!? ”; “ ¿Los de Sagitario se llevan bien con los de Virgo? ”... y así sigue, y sigue, lo hemos oído tantas veces que suena a figurita repetida.

Ahora bien, cada vez que sucede llego a la misma conclusión: que la gente, en general, tiene una idea equivocada sobre la Astrología y no sabe en verdad de qué se trata. Por supuesto que el mundo se ha ocupado de trasmitir lo que creemos que es la Astrología, trasmisión que chico favor le hace a este saber milenario, y que resulta tan útil como camino de autoconocimiento, del sentido, del significado de lo que nos pasa o nos deja de pasar.

Lo cierto es que en plena era de la información y las altas tecnologías, la difusión del conocimiento deja mucho que desear y es bastante pobre aún. Por ello mi intención es comenzar a tratar de clarificar este tema de la Astrología, para así poder aprovechar la gran ventaja que nos brinda, como herramienta para nuestra vida.

La astrología, es una ciencia simbólica, antecesora de la astronomía, tan antigua como el alfabeto, y patrimonio de sociedades tan antiguas como los Sirios y los Caldeos, se acuerdan de historia, esa civilización que se ubicó entre los ríos Éufrates y Tigris, la de los jardines de Babilonia, una de las siete Maravillas del mundo.

Se ha practicado desde tiempos inmemoriales, en culturas tan distintas como la hindú, la china, la egipcia y las culturas pre-colombinas, se ocupa del estudio de las relaciones entre las configuraciones celestiales y los acontecimientos terrenales, sean éstos personales, sociales o naturales, siguiendo el principio de: “Como es arriba es abajo”

Es probable que la astrología haya surgido a partir de la necesidad del hombre de orientación. Antes de la brújula, los navegantes se orientaban -y también lo hacen hoy- por las posiciones celestiales. Esta necesidad de orientación no era sólo geográfica, sino y ante todo existencial: en medio del laberinto de incertidumbres que configuran la existencia terrenal, el cielo muestra un modelo de orden y de regularidad en la constancia de los ciclos día-noche, de las estaciones, de las fases de la luna y así sucesivamente.

Estamos aquí en la tierra provisionalmente, y nuestro paso por la existencia es asimilable a un viaje. El tema del "viaje" y del "viajero" es tan antiguo que se pierde en la memoria de los tiempos, y se expresa en todas las culturas. Así recordamos la metáfora bíblica del "pueblo elegido" en exilio, en busca de la "tierra prometida" y también la Odisea homérica.

Ahora qué significa ese viaje para cada uno de nosotros, por qué viajamos, qué significan los hechos que nos suceden en ese viaje, qué puedo hacer con ello, para qué me sirven, son algunas de las preguntas que la Astrología ayuda a responder.

Los planetas -y en especial el Sol y la Luna- son viajeros que atraviesan diversas "estaciones" significadas por los signos del zodíaco. El "viaje anual" del Sol a través de los doce signos del zodíaco es asimilable a tantos temas míticos como Hércules y sus doce trabajos, o a imágenes simbólicas como la de Cristo entre sus doce apóstoles

Sabemos que venimos a realizar este viaje (esta vida) para lograr ser lo que nos corresponde ser, mediante la realización del aprendizaje correspondiente.

Al decir esto surge automáticamente la pregunta, “...si hay un destino prefijado, a dónde queda el libre albedrío?...”

No habría un destino prefijado, sólo habría un aprendizaje prefijado, de allí que del correcto uso que hagamos de nuestra libertad (libre albedrío), surgirán las situaciones destinales (destino), que siempre están dispuestas a ayudarnos a realizar la tarea de aprendizaje que nos corresponde.

Entendido de esta manera, no existe el destino adverso, el destino siempre es una oportunidad, para que podamos hacer la tarea de la mejor manera posible. Realmente resulta muy grato poder convencerse que aún lo más terrible significa una gran oportunidad.

La astrología, pertenece al reino de lo simbólico, por eso decimos que es una ciencia simbólica: el astrólogo estudia a los planetas como símbolos de experiencias esencialmente humanas (o de maneras fundamentales de categorizar las experiencias). Así, para el astrónomo Venus es un planeta relativamente cercano al Sol, con una determinada constitución material, mientras que para el astrólogo Venus simboliza la fuerza de atracción que se expresa en el amor, en la aspiración a la armonía, en la apreciación de la belleza, en la búsqueda del acuerdo, en el encuentro con el otro.

Desde esta concepción resulta claro que la Astrología no es, ni será, una disciplina científica, lo cual no la invalida, en absoluto. De dónde surge la exigencia de la necesidad de lo científico, por qué lo científico es lo valioso y lo que no es científico carece de valor?. Al fin y al cabo ni la filosofía, ni el arte, ni la religión, ni la sicología, ni la búsqueda de la felicidad son actividades "científicas", ni tienen por qué serlo.

La astrología parte de un posicionamiento ante la existencia, esencialmente no-científico: el presupuesto de que en el cosmos hay una serie de "afinidades" o "similitudes", de tal manera que "todo" resuena en "todo". Dicho de otra manera, el modo de enfoque "causal" es inoperante en la astrología. ¿Esto haría que la astrología carezca de validez? En absoluto, si por validez se entiende capacidad de "orientación" y "reconocimiento". Así, el tema natal (es decir, el mapa de las posiciones de los planetas del sistema solar para el momento y lugar del nacimiento) se constituye en un "símbolo" que preside, orienta y configura el propio desarrollo y, si se quiere decir, el propio "destino".

De su conocimiento, surge el sentido, y por ende surge la posibilidad de comprender el significado, pudiendo redimensionar su aprovechamiento. De allí que aún lo más doloroso, lo más incierto, lo más dudoso, puede constituirse en la gran oportunidad transformadora de nuestra vida.

María Cristina

PARA QUÉ SIRVE LA ASTROLOGÍA

“La tarea principal del hombre en esta vida, es darse a luz a sí mismo, convertirse en lo que potencialmente es”. Erich Fromm

Podrá decirse algo más, después de estos dichos? Bastarían estas breves palabras de Fromm para dar respuesta a lo que plantea el título; con sólo decir que para ésto sirve la Astrología, para ayudarnos a transitar ese camino de nacimiento, sería suficiente para completar la idea base que me ha llevado a expresarme por este medio.

La Astrología es un lenguaje sagrado, simbólico que nos acerca a nuestro propio mapa de ruta, al mapa del trayecto de nuestra propia vida. Habla un idioma universal que puede ser aplicado a cualquier ámbito.

La Astrología es una herramienta fundamental para el conocimiento de la vida de los hombres, nos permite realizar el abordaje integral de todas nuestras problemáticas, desde una visión amplia y abarcativa, dándonos la posibilidad de comprender.

Vivimos en un permanente movimiento que nos sobre ocupa, seducidos por las estériles atracciones de nuestro tiempo, por eso siempre nos sentimos agobiados y, a pesar de tantas posibilidades, aburridos. En realidad el problema radica en que no le encontramos sentido a nuestras vidas; siempre corriendo detrás de algo, siempre teniendo algo que hacer, todos placeres u obligaciones que siempre parecen indispensables, irrenunciables, todas situaciones que nos llevan, más bien nos arrastran, transformándonos en esclavos de nuestras propias circunstancias.

LIBERARNOS de la esclavitud, debería ser la pretensión, dándonos la oportunidad de reencontrarnos con nosotros mismos para poder SER a aquello a lo que hemos sido convocados.

Pero cuando no nos damos cuenta de nuestro verdadero estado, cuando no somos conscientes, la vida nos manda las crisis, nos pasa algo que nos molesta, que nos pone en crisis, “por qué a mí?”. En ese displacer está nuestra oportunidad, pero para aprovecharla hay que comprenderla.

Para lograrlo, para comprender las crisis, resulta de gran utilidad la Astrología, ella es una herramienta que nos permite acercarnos a las respuestas, a esas que no nos son desconocidas -están dentro nuestro-, sólo hay que descubrirlas, pues simplemente están cubiertas por el enmascaramiento o por el polvo de lo considerado antiguo y resuelto, cuando en realidad no es tan así. Para esa tarea de descubrimiento, podemos recurrir al uso de este saber milenario que se conoce como Astrología.

Ahora, si quisiéramos verlo desde un lugar más práctico, ¿realmente, para mi vida, la de todos los días, para qué me podría servir este saber que más se acerca a lo filosófico y parece alejado de lo diario? Nos sirve, porque nos brinda herramientas de entendimiento, de significado, de sentido, ayudándonos a tomar las mejores decisiones, en cualquier momento de nuestras vidas, y en cualquiera de los ámbitos de ella, tales como la salud, el trabajo, los logros, los aprendizajes, las motivaciones, la familia, los hijos, la pareja.

Si entendemos, si comprendemos el significado de lo que nos pasó o nos pasa, y qué tienen que ver esos sucesos, con nosotros, con nuestra vida, seguramente podremos decidir más eficientemente y con menos angustia nuestra vida futura.

Mientras hay una Astrología tradicional que intenta predecir el futuro, saber lo que vendrá, hay otra Astrología, que aún siendo la misma, pero partiendo de una mirada más amplia y menos fatalista, pretende comprender, darle sentido a lo que me pasa hoy, para así poder construirme el futuro que me corresponde.

Cuando nos quedamos solamente en la intención de predecir el futuro, y se logra una información sin comprenderla realmente, uno se siente peor que antes de hacer la consulta, es decir en peores condiciones que el motivo que llevó a hacerla, el cual generalmente tiene que ver con la angustia de la incertidumbre. Con la sola predicción, en vez de sentirnos más aliviados, nuestra angustia recrudece y estamos peor que antes.

Es muy importante poder ver y mirar el presente, analizarlo, escudriñar en él, entenderlo, porque si uno lo comprende, el futuro viene solo. En cambio, si para escapar del presente uno piensa con ansiedad en el futuro, la anticipación termina arruinando lo que se vive actualmente y complica el futuro. Al comprender profundamente el presente, el futuro viene naturalmente y con más creatividad, porque implicó la pérdida del miedo.

“…Qué hice yo para merecer esto?...”, “… ¿Cómo salgo de esto?...”, son algunas de las preguntas que nos hacemos en momentos de crisis; desde el punto de vista de la Astrología, eso que está sucediendo tiene causas muy profundas que están vinculadas con mi ser y con mi verdadera naturaleza, es por ello que de su descubrimiento depende mi bienestar, habrá que indagar, para poder desentrañar cómo y por qué quedó nuestra naturaleza enganchada en eso que nos resulta displacentero.

Es que, cuando pasa algo que nos molesta, que está en contra de nuestros deseos o que me muestra que no soy quien yo creía ser, no nos gusta. La Astrología nos dice que justamente, eso está pasando porque hay que ajustar algunas cuestiones, una de ellas podría ser “no sos quien creías ser”, algún mecanismo de negación, estará enmascarando la conciencia y haciendo que creamos que somos lo que no somos.

Es por ello que si una lectura de mi carta natal me confirma mucho, no es un trabajo profundo. Es necesario que se me revele una dimensión desconocida de mí mismo, para que el trabajo resulte fructífero. Este descubrimiento, seguramente permitirá comprender la situación presente, especialmente si hay conflicto. Me voy a dar cuenta de que esa sensación de conflicto que estoy viviendo proviene de una idea equivocada de mí mismo.

Yo no utilizaría la Astrología, para saber qué me va a pasar, pero si la usaría para entender qué me pasa, por qué me pasa lo que me pasa, que generalmente tiene que ver con situaciones repetidas que parecen operar en mí de forma automática, pues “…siempre hago lo mismo…” o “…siempre me pasa lo mismo…”

La Astrología sirve para educar, educarnos en nuestra propia estructura, psicología y constitución energética; sólo con el conocimiento de esta estructura energética podemos liberarnos de aquello que nos tiene prisioneros, hay una estructura que espera ser liberada, resignificada. Krishnamurti decía que el hombre debía ir hacia el logro de una libertad individualizada.

No tenemos un cierto destino por haber nacido en un momento dado, sino que nacemos en un momento dado porque tenemos un destino que cumplir y experimentar. Cuando en el nacimiento hacemos la primera inspiración es cuando grabamos en nuestros átomos esas vibraciones que serán la causa básica de todas las características de nuestra vida, las experiencias que se den en ella, dependerán de nosotros, de eso que hagamos con nuestra libertad, nuestro libre albedrío.

Nuestro destino es el resultado de nuestras acciones, palabras, pensamientos, del pasado y del presente; de los que debemos hacernos cargo, respondiendo (responsabilidad), si entendemos, si comprendemos podremos dar respuesta -responder- a nuestra vida de la mejor manera posible, devolviéndonos así al natural estado de tranquilidad, confianza, seguridad, alejándonos de la angustia.

La Astrología sirve para conocerse uno mismo y conocer a los demás, por ende al poder conocer al otro lo podemos entender, lo podemos amar. Por ello, nos da el conocimiento necesario del otro que nos permite favorecer las relaciones personales, de pareja, socios, sociedades, compañeros, amigos, haciendo de esta manera, la vida más fácil y placentera. Pero

La Astrología es muy útil en los momentos de crisis - oportunidades -, en la toma de decisiones, en el descubrimiento de nuestra vocación, en el conocimiento de nuestras debilidades físicas (salud), en tareas de selección de personal, en la comprensión de los procesos, en la selección de los momentos oportunos. Es una gran herramienta de diagnóstico que nos ayuda a encontrar la respuesta oculta, esa gran respuesta que al encontrarla, destraba, como apertura de las compuertas de mi dique interior y da lugar a la generación de fecundas situaciones en nuestra vida.

Concluyendo, la Astrología, sirve para conocernos, pero más que para hacer un listado de nuestros “defectos y virtudes”, sirve para entender cómo funcionamos, cómo y por qué nos conducimos de determinada manera en la vida, es así que puede ayudarnos a descubrir cuestiones que si bien no nos gusta ver en nosotros mismos, resultan de gran utilidad para poder ir puliendo ese funcionamiento de nos resulta displacentero.

Mi sueño es que la Astrología pueda ocupar un lugar importante, respetado en la educación personalizada. Para ello, hay que recuperar el terreno que perdimos cuando lo dejamos en manos de la Astrología Predictiva, la que, vista como única, nos quita el poder personal y nos aleja de la posibilidad de hacernos cargo de nuestra propia responsabilidad

Hugh Prather, escritor americano escribió: “…Mi oración es: yo seré lo que he de ser. Y haré lo que he de hacer. Es ser fiel a mi propio ritmo. Sólo ambiciono hacer lo que hago. Sin tratar de hacer lo que no hago. Ser lo que he de ser. En paz conmigo mismo. Seré lo que he de ser. Pero ahora soy lo que soy. Hoy trabajaré escuchando el ritmo de mi ser. Desoyendo las voces del “deberías”. Trabajaré en armonía con mi ritmo. Permaneceré fiel a mi mismo…”

La vida es el arte de vivir, nosotros somos los autores de la trama.

Decía Sócrates, que sabio es quien sabe vivir, no quien sabe cosas,.

“Conócete a ti mismo”

María Cristina